martes, 30 de marzo de 2010

Violentamente pacifista, María Cristina Ogalde, en el Salón

Por Rocío L’Amar

La ironía como herramienta literaria

¿A qué llamamos ironía?

Según el diccionario de la lengua española, el vocablo ironía es una figura que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se dice pero también se puede observar como una burla fina y disimulada.

Si nos atenemos a lo dicho por Jaime Rest, el término ironía utilizado en literatura se ha prestado a diversas y complejas disposiciones, pero basados en la manifestación de conductas o enunciados que parecen negar o prescindir un manifiesto conocimiento de que en realidad sucede o sucederá lo contrario de lo expresado.

La ironía era un efecto típico de la tragedia griega, en donde los sucesos narrados eran conocidos por los espectadores e intérpretes, pero pese a esto los personajes se representaban en la ficción escénica como si se desconocieran las consecuencias nefastas de sus actos.

Trazado histórico de la ironía

La ironía es un concepto que puede ser aplicado a realidades muy heterogéneas. Se ha visto ligado a la filosofía y a la psicología al ser considerado como un estado de ánimo, y a la literatura y a la lingüística por ser un fenómeno literario y estilístico.

La palabra eíron, eironeía se halla anotada en el Griego desde el año 400 a.C. El irónico, eíron venía a describir tanto en la moral como en la sofística, así como también en la comedia helénica a un carácter más bien negativo, esto es, el de una persona que finge o disimula hasta el grado máximo, aparentemente el simulador por excelencia. Señala el talante de alguien, en apariencia desvalido, pero que ocultándose y disimulando bien su juego e intención, consigue estratégicamente aquello que se trae entre manos. En la Retórica Clásica se distingue entre ironía como figura de palabras (tropos) y la ironía como figura del pensamiento (schéma). La capacidad filosófica del irónico se muestra por primera vez, en los diálogos platónicos cuando Sócrates acoge las expresiones características del irónico y las señales irónicas para lectores – oyentes como hábitos de una dialéctica crítica. La actitud del eíron socrático era la de un completo equilibrio entre cierta confianza en el instrumento del pensar que aprehende la realidad y, al mismo tiempo, la conciencia de lo limitado de tal herramienta, lo limitado de la razón. Aparecen aquí, los elementos que constituyen la ironía: el disimulo como carácter del eíron, que persigue en forma permanente el poner a prueba a su contrincante, alterando el conjunto de lo discutido. Sin embargo, la ironía no tardó en caer en el descrédito general, viéndose en ella un simple medio de disputa retórica, siendo considerada más tarde, entre los estoicos, como una forma velada de sofisma.

Aristóteles no trata el tema en particular. No obstante, puede verse en alguna forma al interior de la teoría de las virtudes como una desviación de la veracidad del justo medio que ha de construir la virtud. La ironía, es validada como un instrumento y, de esta forma, como un tipo más fino y distinguido de simulación, y será permitida como expresión posible de humildad. Por otra parte, Cicerón y Quintiliano desarrollaron el concepto de ironía como figura literaria. Para el primero la ironía es un ornamento y un instrumento de la elocuencia; para el segundo, una parte de la retórica. En la actualidad, esta concepción de la ironía como tropo está representada por los trabajos de C. Kerbrat Orecchioni, quién estudió este concepto como un fenómeno específicamente verbal.

En la retórica tardía se va a sistematizar la ironía como un caso especial de discurso alegórico, y desde ese momento hasta nuestros días, el fenómeno irónico va a significar un tema de gran interés tanto para filósofos como para los estudiosos del lenguaje.

Como hemos visto, desde Sócrates la ironía tiene el alcance de una lógica que, como recurso metódico intenta establecer los límites de la propia razón, por lo tanto, reconoce en ella una tendencia esencial a la desmesura grandilocuente la que debe ser corregida antes de comenzar a filosofar. La razón irónica, por otra parte, intenta establecer las posibilidades que determinan la frontera del conocimiento alcanzable. De este modo, la constitución del discurso que encadena argumentos pone en evidencia, si es interrogado hasta el final al modo socrático, su misma falencia. La ironía entonces, revela el carácter pseudo del discurso en la misma medida que traspone el orden de lo intentado.
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En cuanto a la ironía verbal

La ironía no tiene un fin externo sino un objetivo en sí misma.
La ironía conlleva un acto de reconstrucción de significado desde la intención del enunciador, sobre la base de los contenidos implícitos y explícitos que se expresan.

La ironía intenta romper desde dentro la red que tejen las palabras, de modo de volverlas transparentes, para ello no sólo dice, sino que actúa al contrastar el mero decir con un decir implícito.

La ironía es un recurso estilístico que sirve al enunciador de un mensaje o discurso, para argumentar y persuadir sobre determinadas cuestiones que en algunos casos es preferible exponerlas de un modo lingüísticamente diferente, de modo que pueda provocar risa en el auditorio desvirtuando el verdadero significado de los enunciados y de los argumentos.

Cuando la literatura admite bromas: la ironía o el sarcasmo son argumento

En “La caverna del humorismo”, Pío Baroja (1919), dice que en literatura cada humorista es una isla, existe la isla de Shakespeare, la isla de Cervantes, la isla de Rabelais, la isla de Juan Pablo Richter y la isla de Dickens. Personalmente agregaría –en el mismo tono- la isla de Jorge Luis Borges, la isla de Francisco de Quevedo, la isla de Marcel Schwob, la isla de Nicanor Parra, entre otros.

Entonces cabe señalar cómo el humor y la ironía han acompañado siempre el quehacer literario del/la escritor(a). Si revisamos la historia literaria cubana nos encontramos que el humor ha sido y es una constante, penetra en la vida cotidiana, se alimenta y es alimentado, al mostrar lo cómico o ridículo que resultan determinadas situaciones “si uno se decide a observarlas a cierta luz o desde un ángulo que no sea el habitual”, señala Manuel Díaz Martínez en PANORAMA HISTÓRICO DE LA LITERATURA CUBANA.

Por lo anterior, sea ésta lúcida en su actitud, luz y sombra, boca y eco, verdades o mentiras, sarcasmo lloroso o punzante, humilde cinismo o sabiduría escéptica, ironía beneplácita, mordacidad criolla, caretas finas, burla benigna, desparpajo, contradicción, humorismo, trágica o cómica, brillosa u opaca, se hace verbo para habitar entre los poetas/escritores, a la hora de construir una literatura capaz de dar cuenta de las transformaciones sociales y culturales que sacuden el imaginario colectivo e individual de la postmodernidad global en que vivimos.

Al parecer la ironía sería una trucha mojada que no es fácil de atrapar, también podría ser un guante blanco en una mano sabia, o una mercancía escasa. Una reflexión educada y mordaz de lo que se puede o no hacer. La encontramos en Cervantes, donde el humor es telón de universos contrahechos; en el Quijote, como una veta didáctica adicional, entre otros autores.

Y el sarcasmo sería una pedrada, incluso contra un@ mism@, que provoca hematoma, asimismo una burla incontenible, reproche despiadado, caracteres y posturas, atendería a una sed de venganza, un estallido de cólera, algo impensado y violento, sería caprichoso como el grandulón del barrio que impone su voluntad sacrificando la justicia. El sarcasmo sería útil si de lastimar se trata.
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Presentación

Esta elección –como las anteriores entrevistas- tampoco es azarosa. Responde al carácter dialógico y controvertido de una escritora chilena, María Cristina Ogalde. La ironía, el sarcasmo y el humor suponen un buen ejemplo para poder demostrar cómo la situación, la intención comunicativa, el contexto verbal y el conocimiento del mundo, entre otros factores, son fundamentales como elementos extralingüísticos, determinando el uso del lenguaje.
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1- Dice, Hernán Montecinos, que en nombre de la ironía nos venden gatos por liebre. Y a veces en lugar de gatos nos dan perros, porque cuando la ironía ladra la llaman sarcasmo. Desde el punto de vista de su alta capacidad cognitiva, María Cristina, ¿qué entiende usted por ironía y por sarcasmo?

La ironía es una trinchera donde se parapetan todas las raleas del mundo, allí caben los analíticos introvertidos que desde su riqueza interior tienen la valentía de decir de todo, los valientes que se atreven a decir de todo con inteligencia, los inteligentes que saben sutilmente decir las cosas con humor negro, los humoristas, los buenos humoristas que dicen de todo descarnadamente y nos hacen reír de nosotros mismos, la ironía es dinámica, es poesía en movimiento, la ironía es arte, es sutileza, es filosofía y psicología fusionada, lo demás es solo sardonismo de “pata ancha”, hiriente verborrea de cobardes que se escudan en palabras viles para vomitar sus resentimientos.

2- La ironía goza social, cultural y literariamente de máximo aprecio: toda existencia inteligente debe ser irónica, llegándose por este camino a una afirmación implícita que la sacraliza: ironía e inteligencia serían una misma cosa. ¿Pero es la ironía realmente lo que los escritores irónicos afirman que es: un mero decir que dice otra cosa que no puede ser dicha?

Es mucho más que un mero, es la forma del decir iluminada para iluminar hasta a los más tontos que les cuesta que les “caiga la teja”.

3- La ironía obliga también al lector a activar una serie de conocimientos: históricos, filológicos, lingüísticos, psicológicos, sociológicos o estéticos que se ven en el momento de su interpretación. Quién no ha leído alguna vez en las solapas de una novela que el autor es ponderable por su “chispeante ironía”, o por su “visión irónica y mordaz”, o por su “irónico sentido del humor”. ¿Cree usted que el lector participa en este juego de complicidades que el escritor le lanza?

Claro que si, por lo menos la mayoría, por que la ironía se pone ropajes simples, alcanzable a todo cerebro, tenemos el ejemplo de quien escribió los textos de la celebrada obra de teatro “TRES MARIA Y UNA ROSA” quien mostró situaciones cotidianas, vividas por todos los chilenos, ya sea de una vereda u otra, saturada de ironía que te hacia reír hasta llorar y continuar el llanto por las cosas terribles que estaba mostrando con tanta sutileza, la ironía de Alejandro Ananías que con una calma y paz te muestra terribles verdades, que cualquiera puede entender o Mario Vargas llosa que tiene tanta ironía en sus escritos, repetidas veces que es como estar estudiando los apuntes para la prueba en mis años de escuela, la ironía es la forma entretenida para cautivar al lector, claro está para los niños no, para ellos está la moraleja, que es ironía en chiquitito.

4- “Era persona de una sosegada idiotez” (cita de Borges). ¿Qué razonamiento genera en usted esta oración?

La palabra sosegada me cautiva, la idiotez me aleja, pero juntas pueden ser un potente disfraz o caparazón para refugio de la ironía, ojalá lograra ese justo equilibrio.

5- ¿Existe el hombre/mujer puramente crítico(a) o el hombre/mujer puramente pasional desde el punto de vista del componente literario, de los elementos ideológicos, de las potencias estilísticas individuales?

Si los temperamentos nunca son puros, los flemáticos tienen rasgos de apasionados o de coléricos y los coléricos tienen rasgos flemáticos y si las ciencias se apoyan unas a otras, no creo en la pureza de las cosas, sí en la predominancia de características.

6- ¿Quiénes, para su gusto, ostentan la corona de la ironía y la corona del sarcasmo en literatura universal?

Sin lugar a dudas Thomas Mann.

7- Como siempre ocurre, las manifestaciones originales tienen imitadores. Estoy pensando en el sarcasmo, como una expresión que puso en la literatura las contradicciones de una época –hoy viejas concepciones o utopías en ese entonces- ¿Cuál cree usted que es el apasionamiento esencial que conlleva el sarcasmo y que se trata de mantener hasta hoy día como lenguaje nuevo y fresco… podría nombrar a algún(a) autor(a) chileno(a)?

NO ME GUSTA EL SARCASMO, ES VIOLENTO, su lenguaje es irritable, ofensivo, irrita los oídos, es una pálida muestra de la sutil ironía, la ironía te hace reflexionar, te abre espacios, el sarcasmo te mata, te encajona, te trasmite resentimiento, desde que termine de leer a Henry Miller y Jean-Paul Sartre nunca más los toqué y eso hace mas de cuarenta años. El resentimiento, la amargura, la frustración, la desesperanza, la falta de fe. El novelista Fernando Jerez.

8- ¿Modo satírico o modo paródico? ¿Humor crítico o humor irónico?

Ambos. Me gustan mucho las escenas de los obreros en “Sueño de una noche de verano”, de Tchaikovsky, reflejan perfectamente las cuatro alternativas que mencionas.

9- “El acero es un discurso que sirve por ambos cabos, de dar muerte por la punta, por el pomo de resguardo” (Sor Juana). Hago referencia a este epígrafe pensando en el discurso candente, sin embargo en la ira atemperada, amartillada por los minuciosos martillos de la ironía en el discurso femenino; juego de palabras donde se dice lo contrario de lo que se quiere decir. ¿Cómo se observa usted en ese “yo” como escritora, considerando que usted dicta charlas sobre violencia escritural, le agrada leer a Tchaikovsky, y escribe cuentos fuertes, impetuosos, violentos?

¿Que contradicción de vida no? yo que toda mi vida he tratado de educarme en la paz, me tocó caminar por la vereda de la violencia, he querido ser flemática y sin embargo resulté ser dominantemente apasionada, he querido ser cordera pero la cola de loba se me asoma por debajo de la falda por eso será que Piotr Ilich Tchaikovsky me armoniza y mis cuentos humanizan la violencia.

10- ¿Cuál es su comunión secreta, su estilete, su motor principal, la mano que le da de beber, a fin de cuentas, para escribir?

Las contradicciones de la vida, la mía o la de los otros.

11- ¿De qué ha escrito usted –como tema- con el dedo en la llaga, y cuál es su propósito?

Los cuentos de “El musgo crece aun sin agua” fueron absolutamente una exorcización, si hasta me parece haberlos escrito con sangre que manaba de todas mis heridas y que la piedad de mi compañera revestida de Dios limpió y curó.

12- Y para dar por concluida la entrevista, entre lo anecdótico, lo sabrosón –positivo o negativo- en su proceso de creación, ¿Qué nos puede contar?

En El Salvador después de una semana de cautiverio y torturas me enfrenté a un guerrillero arrebatándole la ametralladora para defender la vida, vencí el pánico a la muerte para matar y hoy estoy aterrada por el terremoto y no logro vencerlo, con cada réplica comienzo a sudar, me falta el aire, me duele el pecho, tengo pánico que la casa caiga encima de mi. ¿No crees que es terrible? Me enfrenté a un montón de animales con una ametralladora que no sabía usar y sentí gran libertad, ahora respira la pacha mama y no consigo vencer el miedo de morir: ironías de la vida.
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Biografía

María Cristina Ogalde, nace en Talcahuano, Chile. Escritora, narradora, gestora cultural, Directora de la Revista Digital Periferia, con estudios de Teología y Psicología en la Universidad Católica de Valparaíso, en la Pontificia Universidad de Roma y en la Universidad de Rio Grande do Sul, Brasil. Por más de veinte años se desempeña como misionera en España, Italia, Francia, África, Brasil, México, El Salvador. Escribió artículos en la Revista Mensaje y en diversas revistas europeas y latinoamericanas. Ha incursionado en talleres literarios de Brasil y estudiado la cultura escrita del Cordón de Favelas en Restinga.

Es fundadora y Presidenta del Centro de Investigaciones Culturales La silla, del Colectivo La silla, directora de ediciones La silla, asesora del CC Amigos por Talcahuano, educadora popular en la Municipalidad de Talcahuano. Colabora con la Revista Catalejo de la ciudad. Como gestora cultural obtuvo Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura 2008. Ha publicado en Chile, el libro de cuentos El musgo crece aún sin agua y Cuadernos de crónicas. Actualmente es directora y coordinadora de talleres literarios. Escribe un ensayo sobre la violencia contra la mujer en Chile y Latinoamérica.

Publicaciones en Revistas:

-Artemisa 2006

-Catalejo-2007


IRONÍA

Caminando, caramirando
Busco en mi faltriquera
El anillo que me diste en sueños
Para no sentir la angustia de perderte algún día
Caminando, caramirando
Echo mi mano a mi mano
Y sólo encuentro el fruto de mi fatiga.
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PASTOS SECOS
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El caminante sudaba bajo el ardiente sol de Galicia, las piedras le traspasaban las sandalias y retumbaban en sus rodillas. El camino de rebaños le parecía interminable. El amarillo de los pastos secos le agrietaba el rostro y enrojecían los ojos. Tenía sed. Mucha sed. Sentía la lengua gorda y traposa. Le dolía el esqueleto. El balar de las ovejas lo tenía incrustado en los oídos, sonrió al pensar que pronto todo lo cambiaría por la música de la pianola en el prostíbulo del pueblo mientras se ahogaba en cerveza fría…bien fría.
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LOS PECES
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La anciana estaba sentada desde la mañana en la única roca, a lo largo de la extensa playa, lisa y envejecida por el golpeteo de las olas. Permanecía a ratos en silencio, a ratos murmurando un regaño con las manos cruzadas sobre sus rodillas, arropada en grueso chal con más años que ella. Se inclinó para mirar en el agua calma el reflejo de la luna, no lo consiguió, la contaminación la hacía más oscura y espesa que la misma noche que la envolvía. La pesquera que se instaló cerca era la responsable, no solo arruinó el agua también la vida de los pescadores de esa pequeña caleta, los peces o habían muerto o desertado mar dentro. La anciana se arropó un poco más, esperaba oteando el horizonte en busca de la luz que anunciara la llegada del bote. Llevaba dos días y dos noches así.
A su espalda aún se reflejaban luces de las casuchas, refugio de sus vecinos.
Doña Juana salió de una de ellas y se acercó con pesadumbre:
-Vamos doña, entre que ya llega la madrugada.
-Ya voy doña –respondió la anciana- sólo un poquito más, deje despedirme-agregó con un suspiro.
-Venga a comer algo doña, capaz que se enferme ahí - le gritó la mujer entrando nuevamente en la casucha.
La anciana rezongó una vez más comenzando a levantarse. Por su mente pasaba el resto de su vida sin su “viejo”, que se hizo a la mar en busca del sustento.
-Qué ola gigante, qué ventarrón te llevó hasta el mismo fondo, mi viejo – le preguntó al viento.
-¿Cuál será mi futuro?- se preguntaba –fuerzas para trabajar ya no tengo.
El hambre amenazante terminaría con las pocas que le quedaban.
-Bueno viejito, qué le vamos a hacer, buenas noches, descansa viejito mío.
No terminaba de pronunciar esta despedida cuando del agua negra y maloliente saltaron peces reflejados en la luz de la luna, cientos caían en la arena, revoloteando, boqueando fuera del agua.
La anciana asombrada recogió los que más pudo en su delantal extendido con ambos brazos.
Esa madrugada el olor a pescado recién horneado inundó la caleta, aromático, fuerte. Invitó a los vecinos a desayunar. Al mediodía su patio estaba repleto de pescados colgando al sol para secar y vender en la ciudad. Así la anciana todas las noches de luna, sentada en la misma roca y a la misma hora, mirando las aguas muertas, secas de vida, en un rito sagrado repetía:
-Buenas noches viejo, descansa viejito mío.
Al instante saltaban peces dorados y plateados para ella y sus vecinos, para vender y convidar.

4 comentarios:

  1. Me encantó esta entrevista, lograste que Mª Cristina respondiera una de tus preguntas con una experiencia de vida que en lo posible evita mencionar y cuando lo ha hecho ha sido porque se le ha solicitado expresamente e insistentemente. En cuanto a la escritora tiene mucho más que entregar a su puerto amado y a Chile.
    ¡¡Gracias Rocío una vez más!!

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  2. Ingrid, para mí ha sido extraordinaria esta entrevista, es decir, la entrevistada, esta escritora que sólo conocía de nombre y uno que otro relato... inesperada su historia de vida, escalofriante su testimonio en El Salvador, una paradoja el ayer enfrentado al hoy, mis ojos y oídos veteranos de tanta literatura me son arrebatados y lastimados una y otra vez cuando vuelvo a releer esta entrevista... pero dialogo con mis pensamientos, no por ser importantes, sino porque coincidimos en que algo hemos aportado a esta permanencia que se llama ESCRIBIR. Y + de alguien se mirará en este espejo,

    para que no haya olvido...

    gracias por presentarme a María Cristina,

    Ro

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  3. Excelente el tratado de la ironía, historicamente, en la literatura, en el humor...
    Super la pregunta 12 y la respuesta una ironía de la vida.
    Felicitaciones!! Marilen Zweifel*

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  4. Marilen, solcito Argentino, gracias por la sorpresa de verte en esta casa literaria, agradecida siempre de ti, de la amiga que está en todos los acontecimientos de la vida,

    te quiero mucho, Rocío

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