martes, 22 de diciembre de 2009

Los tesoros del Chilote chileno Medardo Urbina

Por Rocío L’Amar
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Hay un mito surgido desde la gente que no habita el Cono Sur de Nuestra América acerca de que la poesía escrita por estos terruños del selvático y lluvioso sur austral de Chile es “lárica”. Este concepto lo escuchamos por primera vez respecto de la poesía de Jorge Teillier, destacado poeta chileno nacido en Lautaro en 1935 y fallecido en Viña del Mar en 1996. Clemente Riedemann, Nelson Navarro Cendoya, Carlos Alberto Trujillo, José Teiguel, Sonia Caicheo, Rosabetty Muñoz, Elicura Chihuailaf, Omar Lara, -entre otros poetas regionales- parecen observar con más detenimiento y detalle el espacio geográfico, los héroes anónimos y las faenas de la tierra y el mar. Amando y soñando los silencios creativos, la devoción y la amistad. Por estos parajes se dan los poetas láricos: la poesía lárica. Entiéndase, como la poesía de los lares, de los lugares, del territorio natal, del hogar, del cobijo.

La historia de la literatura juzgará en su debido momento

Si creéis en leyendas, en poetas y la impronta de su inspiración proverbial, en la belleza poética y sus paradigmas, en movimientos literarios y sus frutos, en aventuras y misterios; o simplemente en una escritura que ata al lector, de tal suerte que envuelve en aromas y colores; fogatas en la playa; fiestas costumbristas y religiosas; en soledades marítimas, en inviernos atmosféricamente rigurosos; en una gastronomía propia con platos típicos, como el curanto, las papas ahumadas, chapaleles, pavo de harina de trigo, milcao, chochoca, chicharrones de cerdo, cazuelas de cordero con luche; en el folclore, culto a la luna, carreras a la chilena, personaje mítico, como el trauco o la pincoya, etc, etc, nos da una pista sobre la cuna de la gran pasión del amor y la influencia en sus obras del mágico paisaje que rodea a la gente del sur de Chile.

Hombres y mujeres admirablemente creativos

Y a propósito de poetas y escritores(as) hechos a la medida del paisaje, es que dialogamos con Medardo Urbina Burgos, porque él nunca se ha ido de chiloé aunque lleva muchos años radicado en la ciudad de Concepción, donde trabaja, reside en la comuna de San Pedro de la Paz, y dedica los fines de semana en entregarse a las labores de las “abejas”. Entre sus múltiples actividades hemos abordado estos temas tan interesantes para quienes residimos en otras regiones, y sin embargo es un hilo conductor capaz de transportarnos -poderosísimamente- a la más pura esencia del hombre/mujer chilote(a), a ese mundo en el cual todo es posible, al más enraizado ideario que podría ofrecer la memoria y los ojos llenos de matices de Urbina, el poeta, el narrador, el editor, el solidario, el amigo de las abejas, el altruista, el excursionista incansable, el médico, el biólogo marino, el clásico caballero.

Quizás la argumentación parezca un zepelín de pensamientos y yo parezca una coleccionista de adjetivos derivados de sustantivos, o viceversa, pero las imágenes que tengo de él argumentan.

No obstante, descubra usted mism@, la posibilidad, no de fantasear sino de recoger opiniones y reflexiones -en un sentido vital y verdadero- de un hombre carismático en este Salón de Entrevistas.
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1-¿Cómo diagnosticaría usted, a propósito que es médico, el concepto de lo lárico, considerando además que usted nació en Chiloé, sur de Chile?

Lo lárico, considerado el término como “relativo a lugar”(o lar), es para mi uno de esos términos “antojadizos”, poco definidos, que parecen decir algo, pero al final son genéricos y no dicen nada. Me explico: se usa muy a menudo el horrible término de “mediático” para señalar los “medios de comunicación”, como si no hubiera además otros “medios” como los medios de transporte o los medios de integración o cualquier otro “medio” o “vínculo” o “transporte”, sino sólo el “medio de comunicación” (televisivo, radial, táctil, o qué se yo). Es decir el sustantivo mediático es hecho sobre la base de un prefijo, siendo el sustantivo propiamente tal la Comunicación. El término más lógico sería “comunicacional” en vez de “mediático”, término que me parece pegajoso e insulso. Así –con el perdón de Teillier- lo lárico (es decir lo referido a lugar) no es necesariamente referido al sur de Chile, sino a cualquier otro lugar del mundo, ya sea citadino o salvaje, natural o artificial sensu lato.

Desde ese punto de vista cualquier poesía referida al lugar que inspira al poeta sería “lárica”. Verdad es que no todos los lugares son tan impresionantes como para estimular al poeta o escritor, considerando que el escritor transfiere al papel lo que ha dejado una huella en él, huella que parecería estar relacionada especialmente con la esfera afectiva.

En este sentido mi impresión es que el Sur de Chile podría tener más influencia en los escritores de ese origen por la variedad de paisajes, por la visión cotidiana de contrastes como la geografía accidentada y abrupta de los archipiélagos australes, en los que se confunden la llaneza del mar, con los cabos, penínsulas, montañas o islas que rompen abruptamente la horizontalidad del agua. Los reflejos en las horas de calma y las ventiscas y temporales en momentos de ira natural. Podrá influir también en el escritor la violencia de los elementos, como las poderosas lluvias que parecen interminables, los temporales rugientes, la silenciosa nieve, las neblinas, las largas noches de invierno, el frío penetrante de la intemperie y la apacible luz y calor de la llama de los fogones, en torno al cual hombres y mujeres se recogen empujados por el furor de la intemperie. Este ejemplo podría continuar con otras circunstancias de la vida cotidiana en un sur casi salvaje, aislado y a veces cruel, no pocas veces amenazante y hasta atentatorio contra la vida. Como la descripción de Boldrini (en Raín:crónica del último canoero) del bote que es arrastrado por la corriente en el momento de la bajamar en el Estero de Guandad, junto a la isla San Pedro, en el extremo sur de la isla grande de Chiloé. El bote flota y gira vertiginosamente hacia las fauces del Golfo Corcovado, y las desesperadas paletadas de los remos son totalmente inútiles. El bote da vueltas sin ton ni son, entre los remolinos y su único ocupante se ve invadido por la angustia, sobrepasado inexorablemente por esa fuerza del agua, que empuja al bote hacia la otra bravura: la bravura del golfo. Si las cosas son así en medio de silencios profundos y soledades interminables, entonces ¡Claro que influye el lugar geográfico en el alma, en el espíritu y en los sentimientos de autor!

2- ¿Cree usted que escribir desde el origen, o retornar siempre al origen, como lugar geográfico, es posible generar un lenguaje poético, cierta calidad intelectual, cierto distintivo -a nivel de leyenda- a un grupo de poetas que viven en el sur de Chile?
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Siempre bajo el concepto de lo “lárico” se puede desarrollar un lenguaje que tiende a ser propio para cualquier lugar del mundo donde haya un motivo para el escritor, una inspiración (una motivación originada en el “extramuros”) y un talento en la expresión escrita ( derivada del “intramuros”). Tal vez sea más intensa y característica la expresividad poética de los sureños, pero particularmente de los poetas chilotes, especialmente a partir del grupo AUMEN (La voz de la montaña), nacido entre los jóvenes de Castro en la década de los 70 y 80, bajo la iniciativa de Carlos Trujillo y Renato Cárdenas. El grupo de jóvenes escritores y poetas, tuvo (y lo sigue teniendo) un impacto en las letras del país por la calidad de sus creaciones, la frescura de la pluma, y especialmente la intensidad de sus expresiones (Trujillo, Rosabetty Muñoz, José Teiguel, Nelson Navarro, Nelson Torres, Mario Contreras y José Mansilla –entre otros). Y si son catalogados de “láricos” tal vez sea porque el entorno ha penetrado en sus almas profundamente. En sus obras, emergen casas, calles, nombres de personajes comunes, circunstancias, comidas típicas, el tiempo atmosférico, las nubes grises, las soledades, las alegrías y los infortunios, en los que el agua ya sea como lluvia, lago, río o mar (lo que mantiene a flote un bote a remos), sale a relucir a modo de un fondo transparente, rescatado de la cotidianeidad chilota. El bosque exuberante, los lanchones a vela -cada vez más ausentes de los canales- los pájaros, los seres mitológicos atisbando desde el silencio y la oscuridad de la floresta o el apacible espejo de los esteros, en los amaneceres o en la penumbra que precede a la noche.

El lenguaje diferente del chilote, tiene profundas raíces históricas, geográficas y culturales. No olvidemos que Chiloé se desarrolló a su propio modo durante casi 4 siglos, debido a la incomunicación con el resto del territorio situado al norte del canal de Chacao. En ese período, mientras en el Continente había guerras, en Chiloé hubo una integración amistosa y pacífica entre españoles y nativos, gracias a la labor evangelizadora de los Jesuitas y posteriormente de los Franciscanos. Durante este período se mantuvo vigente el idioma Veliche (nombre dado a la variedad chilota del mapudungu) y hasta en cierta etapa, el español casi desapareció del vocabulario insular. El rey de España tuvo que obligar al uso del idioma castellano. En efecto, los padres jesuitas hacían misa en las lenguas vernáculas. Se conserva aún un Padre Nuestro en lengua chona, hoy desaparecida. El comercio y las comunicaciones eran más bien con España y con Lima, que con Chile. Este aislamiento por tres siglos - y la pobreza inherente- contribuyó a crear una cultura diferente en procesos, el uso de la madera en casas y artilugios (la llamada cultura de la madera), alimentación, actividades económicas, visión de la Naturaleza y el mundo, música, bailes, atuendos, mitología, religiosidad y lenguaje, además del desarrollo de una amabilidad sincera, generada por la rica vida familiar en torno a la hoguera del fogón y a la transmisión de la cultura por vía del lenguaje hablado desde los ancianos a los jóvenes, deferencia y caballerosidad que hoy se encuentran casi ausentes en el resto del país. La expresión oral y escrita del chilote, adquirió así rasgos diferentes, que se manifiestan también, de algún modo, en la poesía.

Cito un poema:

POBREZA Y SOLEDAD, POBREZA DOBLE
Carlos Trujillo

La vida, por su cuenta, nos paró en la pobreza
Enrumbamos los días en medio de la nada
Como si nuestra vida fuera pago de culpas

No había ni una cama, ni zapatos, ni sueños
Ni una taza de leche ni su pobre platillo
Hasta el pan se perdió como un fantasma ciego.

Las paredes ahumadas eran nuestro paisaje
Sin ni luna ni sol que alumbrara sus días
El viento se colaba por todas las ranuras
Trayéndonos los aires de otras geografías

La vida por su cuenta, nos paró en la pobreza
Y, luego, el terremoto nos cubrió de intemperie.

(De Nada queda atrás, 2008. Editorial Isla Grande. Concepción)

3- Jorge Teillier, promotor del término “lárico”, pensaba, o más bien observó que la modernidad no supone siempre una mejor calidad de vida sino también “un signo de decadencia y no de progreso”, de ahí que su poesía se mantuvo invariablemente en una constante defensa de los valores del humanismo, la naturaleza -como vínculo rural y/o urbano/paisaje e igualmente como esencia del ser, y de adhesión/apego/solidaridad social. Excepto lo ya dicho, ¿cuáles serían, para usted, los valores étnicos, históricos y culturales del sur de Chile?

Teillier tenía razón –a mi modesto juicio- razón en que el hombre es más feliz en su plena identidad, en su autenticidad, en la armonía con su yo íntimo y con sus raíces. Por eso en el actual mundo de la globalización, se busca y se valora más lo propio y lo auténtico “se busca la identidad” ¿Qué somos? ¿Cómo nos identificamos? ¿En qué nos parecemos? ¿En qué nos diferenciamos?

Y en eso en Chile ¡”NO HAY IDENTIDAD”!, al menos yo no la encuentro. La cueca, que pretende ser una forma de nuestra identidad, es de origen peruano. El Mapudungu, que es el verdadero idioma de nuestra tierra chilena, “¡nos averguenza!”, lo desconocemos, no lo hablamos y tratamos a nuestros nativos como seres inferiores, pero sí hablamos algunas palabras en inglés: “Call Center”. “Mall”, “Merchandising”,”Marketing”, “Cofee-Break” y otras estupideces de ese tipo, sólo para darnos aires de grandeza y querer parecernos a los gringos. ¡Qué insulsos somos en este territorio llamado Chile! La excepción es CHILOÉ, o tal vez el sur de Chile. Digo Chiloé, porque hay un respeto por lo nativo: se conservan muchos términos del mapudungu en el lenguaje habitual del chilote, existe música propia, arquitectura en madera propia, costumbres culinarias, ricas y variadas, absolutamente propias; técnicas de agricultura, conservación y protección de la flora nativa y del entorno (están prohibidas las plantaciones de pinos y Eucalyptus) hay conciencia del valor de lo propio, etc. etc.

Y viviendo en lo propio, se tiene armonía con si mismo, con el interior y con el entorno, sin desconocer la cultura heredada de nuestros ancestros. Razón tiene Teillier: Chiloé puede mostrar identidad. Identidad que el resto de Chile no tiene. Y de eso hablan nuestros poetas y nuestros escritores insulares.

4- Sabido es que en procedimientos de recursos estilísticos no hay patrones homogéneos en la escritura poética. ¿Cómo cree usted que se aprecia la literatura proveniente del sur de Chile en la crítica especializada, en los lectores y poetas del centro y norte del país?

El connotado Oscar Lermanda sintetizó un día el quehacer literario nacional en pocas palabras: Norte de Chile, algo de prosa y algo de poesía…tal vez muy poco. Región Metropolitana: prosa y poesía, con cultores destacados. El sur de Chile es más poesía que prosa. Magallanes, historia, prosa y poca poesía. Y Chiloé ¡Es pura Poesía!

Sin duda Oscar Lermanda hacía alusión a la “manada” de poetas surgidos del grupo Aumen, del que ya hemos hecho mención, con Carlos Trujillo a la cabeza. Sin embargo hay algo de prosa –poética y de la otra- en las obras de Rubén Azócar, Francisco Coloane, Pedro Rubén Azócar, José Teiguel, que es brillante en ambas ramas de la Literatura; y una cierta corriente “histórico-literaria” surgida a mediados y fines del siglo XX en Chiloé con las obras sucesivas del historiador Dr. Rodolfo Urbina Burgos, que se inician con “La Vida Cotidiana de un pueblo de Chiloé, Castro 1930-1960”, que ha sido comentado por el Padre Gabriel Guarda como un modelo para el estudio de las ciudades chilenas; “ Castro, Castreños y Chilotes”, “Chiloé en los Tiempos del Fogón”;“La Encomienda en Chiloé”;”La Periferia Meridional Indiana: Chiloé en el Siglo XVII”, que –entre otros títulos del mismo autor- podrían parangonarse con la magnífica producción del magallánico, Premio Nacional de Historia, nacido en Punta Arenas, el Dr. Mateo Martinic, cuyos libros están referidos a Magallanes, Punta Arenas, la Patagonia Chilena, Aysén, sobre la base de fuentes históricas de gran valor y con una fineza literaria brillante, que hacen de su lectura una delicia.

Con lo anterior, quiero destacar cómo el sur de Chile no es sólo poesía, y de qué modo, cada vez más prolífico, se están editando obras de gran valor en otros campos del saber que están destinadas a descubrir y dar a conocer más profundamente el territorio austral.

5- Dice Clemente Riedemann, que “la experiencia del vivir es un acto de voluntad, y que la voluntad se mueve con inteligencia, con belleza y con amor, que por muchas ideas y percepciones que contenga la cabeza, si no se tiene la voluntad de escribir y comunicar, no podrían materializarse.”. ¿De qué manera desencadena usted su proceso imaginativo y creativo?

Mi obra actual es sin duda muy humilde. No puede compararse a la de autores connotados en el lluvioso sur, sin embargo lo nimio que he publicado se limita en la prosa, a la descripción de hechos, personajes, circunstancias y fenómenos reales, del que he tenido experiencia directa y a veces indirecta. En todos ellos deseo destacar al ser humano, desde el más brillante al más simple, poniéndolos en un mismo plano, con sus conflictos, sus historias de supervivencia, sus sufrimientos y circunstancias terribles pero reales que han debido vivir en los bosques vírgenes, en las islas o los canales, especialmente de Chiloé. Valoro en estos escritos la utilización de los nombres reales de las personas, las fechas y circunstancias, muchas veces las fotografías, los diarios de viaje o las cartas, que de este modo se rescatan y se les impide morir olvidados en la noche de los tiempos. Hombres y personajes simples y humildes, quedan así eternizados en las páginas de un libro, con sus sentires, sus dichos y la propia expresión vernácula, tal como se escucha, tal como lo dicen, incluyendo los errores (y a veces horrores) de los informantes. No para reírse de ellos, sino para rescatar el modo genuino de expresión del hombre común. El rescate, considero que es mi contribución.
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Biografía

Chilote, nacido en Castro en 1948. Se tituló de Biólogo Marino y Médico Cirujano en la Universidad de Concepción. Fundó el Hogar Universitario Chilote y la Revista Chiloé del Centro Chilote de Concepción. Escribió –entre otros títulos- “La Huella del Abtao” (dos ediciones), “El hombre del capote blanco” “Tras los pasos de Darwin: a la cima del San Pedro”; “Por tierras de Pehuenches”. Fundó la Editorial Isla Grande( llamada ahora Editorial OKELDÁN), en la que ha publicado además:”Retratos Vacíos” de Igor López; “La Leyenda del Capitán” de Pedro Rubén Azócar, “Nada Queda Atrás” de Milton Rogovin y Carlos Trujillo; “Entre Barcos y Trenes” de Juan Pedro Miranda.
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LA RADIO QUE SE ENCOGIÓ

“Y el malayo -dice Don Chanito - que estaba de franco, bajó del barco con una enorme radio ¡nuevecita¡ y escuchando su música se fue a sentar sobre unos castillos de madera que había en el puerto . Y fumando..., fumando, miraba la puesta del sol. El cielo rojizo de lontananza le hacía pensar en sus islas de Malasia, sin duda. Y en eso estaba absorto en sus pensamientos, cuando el Coliboro -uno que es medio leso, que es de Quellón - ese mesmito, tenía una radiecito así de “mañañiña” (pequeñita). La sintonizó en la misma radio que estaba escuchando el malayo y se fue despacito por detrás del castillo de madera y ¡zas¡ le fue poniendo despacito la radio chiquitita al lado de la grande mientras con la otra mano sacaba la radio grande despacito sin que el malayo se diera cuenta . El Coliboro bajó del castillo de madera con la linda radio grande y nuevecita, y se vino a mirar desde lejos al malayo junto con los otros chilotes, que desde allá, el malayo no escuchaba las risotadas -. Y allí observaban...muertos de la risa, esperando a ver qué pasaba. Aún el malayo abstraído miraba la puesta de sol, fumando y fumando, y pensando en su novia quizás en Malasia, o quizás dónde, y así pasó un buen rato. De pronto el malayo saltó. Dio un tremendo salto para el lado ¡Señor! y se quedó mirando su radiecito chico -ese que le dejó Coliboro- con unos ojos así de enormes porque el malayo no podía creer que su radio grande y nuevecito se había encogido tanto con el aire de la tarde. ¡ Ja ¡ ¡ Ja ¡ ¡ Ja ¡ Nunca pensó el pobre malayo que el aire chilote era “ tan encogedor de radios” ¡ Ja ¡ ¡Ja ¡ ¡Ja!”
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¡A CENAR! ¡A CENAR!...¡TODO EL MUNDO A CENAR!

Yo me he puesto la gruesa chomba chilota y me acerco a Don Chanito que gobierna el timón cuando muere la tarde, siento la brisa fresca en mi rostro con miles de gotitas que salpican con el suave oleaje al golpear el negro casco de madera del chalupón. Las alborota el viento. Y mirando el ya rojizo cielomar chilote de esa tarde, me apresto a escuchar otra vieja historia de aventuras marinas de labios de este inolvidable capitán de lanchón chilote, quien hace así más grato y entretenido el regreso a Tendedor, en la Isla Talcán, la mayor de las islas del Archipiélago de los Desertores.

Bajocubierta, escucho las voces de las mujeres que ríen y parlotean con los jóvenes colectores de huevos, mientras preparan la cena y fríen en una enorme sartén de fierro, los biftecs de pechugas de pájaros marinos que demostrarán ser ¡deliciosos!, mezclados con los huevos colectados en la jornada. Los aromas intensos de tal “fritanga” ascienden insolentes por los dos orificios rectangulares presentes en la cubierta y estimulan mi apetito, a estas alturas un tanto atormentado. Y mientras el negro cuerpo del chalupón se desliza hacia el sur sobre el mar de suave oleaje, con las velas infladas por la brisa constante de la tarde, vuelvo la vista para ver empequeñeciéndose a la distancia, la negra silueta de La Piedra de Calto, llamada también Islote Nihuel -o por otros- “El Mesón del Diablo”. Se escucha –ahora sólo como un suave murmullo- el piar de miles de aves marinas cuyo recuerdo va siendo gradualmente engullido por el silencio apacible de la tarde. Y aquel aroma ácido de las excretas o el murmullo lejano de los pájaros, ya no nos alcanza, sólo -¿quizás?-como música de fondo para tantos recuerdos intensos vividos en este día… Estoy dichoso sintiendo la fresca brisa marina que nos envuelve y espero que ascienda fuerte y perentorio, el inminente y alegre grito de las mujeres:

-¡A cenar! ¡A cenar!... ¡Todo el mundo a cenar!
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CADILLO

Te traje desde la montaña
entre mis medias y pantalones
venías picando suavemente mi piel
"de pavo" llegaste, sin pedir permiso
y atravesaste conmigo aquellos valles
esas verdes praderas de "La Piruquina"
vadeaste conmigo los ríos:
el Chilcón, el Puchabrán y el Abtao
¡Y ahí seguiste prendido a mis pantalones
¡Intruso y picador cadillo!
te uniste a mi y te llevé cumbre abajo
sin que pagaras el pasaje ¡fresco!
Y mientras camino y vadeo los ríos
con mi mochila cada vez más pesada
¡atino! que vas soltando en cada charco
un poquito de ti mismo
lanzas de repente tus semillas
desprendes a tus hijos, uno a uno
¡Los liberas! ¡Los desprendes!
¡Id por el río corriente abajo! ¡Id!
¡Saltando las rocas, jugando con los palos
persiguiendo peladillas y salmones
Llegareis a una playa solitaria
a un valle verde y hermoso
¡Y germinareis como mis hijos!
y así conocerán otros lugares,
otros senderos, otros parajes
lejos, allá donde el viento silva
lejos allá donde la nieve cae
lejos, donde el sol se pone,
lejos, lejos, donde revienta el mar
llevareis de mi la semilla y ...
germinareis uno a uno,
los extremos ocultos de cada flecha
que se ha clavado en el pelo de una oveja,
o en un zorro culpeo
o en una cabra del monte
o en mis pantalones, mis medias de lana chilotas
mis botas o cualquiera de mis ropas
donde te prendes,¡cadillo!
viajero incansable,
dispersador de simientes
¡sin pagar tu pasaje!
¡fresco!
pero hermoso reventón de espinas.
pequeño sol multicolor
viajero del monte y de los valles
impúdico pinchador ¡Picalotodo!
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La huella del Abato en Chiloé/ documental basado en el libro homónimo de Medardo Urbina Burgos. Un rescate del patrimonio biológico.

15 comentarios:

  1. un placer haberte entrevistado Medardo,... felices fiestas de fin de año, tu amiga, Rocío

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  2. Felicitaciones por la entrevista doctor, me gustaría aprovechar esta instancia para consultarle por su editorial isla grande, ¿podremos a través de ella, algún día, tener acceso a sus bellos y valiosos libros editados, como el del poeta Carlos Trujillo?
    La verdad que los valores de los libros son inalcanzables para el bolsillo de los escritores/as. Tal vez una solución es realizar un descto. a los pares,considerando que no se factura por su venta.

    Mis cordiales saludos,
    ingrid

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  3. Excelente y didáctica entrevista Gracias Dr. Medardo por su descripción descripción de Chiloé, su cultura, encanto ancestral, belleza natural y humana. Bueno, sobran bellos adjetivos para describirla.En lo personal, desconocía la poesía lárica, ya me he empapado de ella y la considero sublime.CADILLO y A CENAR es la prueba de ello. Felicitaciones, un lujo de escritor-poeta que presenta con su pluma el hábitat y costumbre.

    Gracias Rocio por tan interesante entrevista.

    Saludos a ambos.

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  4. gracias a Ingrid y a Elsa por haber venido al Salón a escuchar a Medardo Urbina, espero que él tenga la amabilidad de responder cordialmente vuestra visita. abrazobeso, Rocío

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  5. Mis agradecimientos a Rocío, Ingrid y Elsa, por sus gentiles palabras y por la amabilidad de invitarme a ingresar a su página. Antes de esta entrevista me daba la impresión de "no existir", y ahora ¡"Vaya si existo"! Gracias además por permitir mi voz dando a conocer algo de mi querido Chiloé

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  6. Querida Ingrid: tu idea es genial, es decir, la posibilidad de tener acceso a los libros de mi editorial (que ahora se llama OKELDÁN), a precio de costo para los escritors y poetas.

    Y a este respecto se me ocurre la idea de CANJE entre los autores, lo que permitiría tener nutridas bibliotecas en casa, a bajo costo. Les dejo la(s) ideas planteadas. Con el cariño de siempre. Medardo.

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  7. MILTON ROGOVIN, está hoy de cumpleaños.
    El 30 de diciembre cumple 99 años, el gran fotógrafo norteamericano que vive hoy en Buffalo. Estado de Nueva York. Pudo fotografiar a los famosos, pero su lente lo dirigió a la gente sencilla y humilde, a aquellos"por los que nadie daría nada". Ganador de numerosos premios internacionales, su enorme colección está resguardada en el "Center for Creative Photography". Universidad de Arizona. Tucson.
    Hablé con él por teléfono, el día que lanzamos NADA QUEDA ATRAS, en Quemchi, Chiloé, y le agradecí que él a través de sus fotografías, nos hubiera unido a los fotografiados en Quemchi en 1967 y a los editores de este libro en 2007, que él publica con poemas de Carlos Trujillo. Su respuesta fue "¡Thanks!, ¡Thanks!,¡Thanks! y luego sollozos...Milton estaba llorando. ¡FELIZ CUMPLEAÑOS MILTON!

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  8. qué felicidad cumplir 99 años, a las puertas de un siglo y con tanta historia por recordar... me sumo a los parabienes de Medardo y desde Chile digo ¡¡¡feliz cumpleaños estimado Milton!!!

    bendiciones, Rocío L'Amar

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  9. Milton Rogovin, hoy cumple 100 años, y no 99 años como informó Medardo... nació el 30 de diciembre de 1909. En mi blog Identidad y Memoria subí un video que le hicieron en Chiloé para saludarlo en su cumpleaños... Rocío

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  10. Mí querida Rocío, eres una entrevistadora de super lujo y el entrevistado no se queda atrás.

    HA SIDO UN PLACER LEERLOS

    VIVA LA POESIA

    Ross

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  11. ¡viva la poesía, viva la poesía chilena, compadrita!!!... y gracias por los elogios, sin embargo el objetivo de este Salón es difundir las opiniones y trabajo escritural de l@s poetas y escritores(as)que aún no ha sido descubierta su palabra escritural (incluyéndome)por la "crítica especializada", que tienen una venda en los ojos para no ver, o no quieren ver...

    ah, y le respondo en esta página: recibí su invitación a formar parte de tu FORO, no obstante, dada la responsabilidad que tengo en mantener al día todos los blogs que administro -entre otras cuestiones conocidas por usted, compadra-, me será imposible acompañarle en esta aventura,

    éxito, amor -del bueno-, prosperidad, y feliz 2010 en todos sus proyectos,

    bendiciones, Rocío

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  12. Dr Medardo Urbina
    Diciembre 28 año 2.009

    Estimado Dr

    Antes de empezar, y como recado a la sra que lo entrevistó doña Rocío L’Amar , que se le ve muy joven en su fotografía, para tener tanto manejo, experiencia y habilidad, lo que destaco.-

    A Ud. mucho le agradezco me haya distinguido con una copia del afortunadamente, largo correo, que incluye la estupenda entrevista que le hiciera Sra L’Amar.-

    He tenido gran placer al sentirme una vez más en la zona de chiloé, por lo vívidas que son sus expresiones de los diversos párrafos del 1al 5. -y recuerdo su frase “ten ten vilú” que creo significa “escrito con el corazón”, si mis recuerdos no me fallan.-y si me equivoco “valga la intención”, pero ésa es la impresión que Ud genera..-

    También celebro que Ud se refiera a la muy pedante costumbre de usar términos como “mediático”, porque , ya se está llegando a extremos tan ridículos, y designar como “sanhattan “ a un sector en santiago, por haber construido unos pocos edificios con mucha altura, pero de dudoso criterio financiero.-

    Pero antes de mayores comentarios, permítame referirme muy elogiosamente a la iniciativa de Sra L’Amar al tener este tipo de reuniones que son tan enriquecedoras y al mismo tiempo entretenidas.-

    Ud siempre con su enorme facilidad para sus descripciones, en un lenguaje que es más bien de poesía en prosa, con su enorme vocabulario que maneja muy bien para describir lugares, personas y costumbres.

    Siempre voy a recordar, la increíble coincidencia, cuando al conocerlo, en Santa Juana, sobre su escritorio estaba el excelente CD de “la huella del abtao”, libro que yo había recién comprado y leído, en parte, la noche anterior, y que me hizo gozar al sentirme nuevamente en chiloé.-

    Fantástica simultaneidad.- Le he contado nuestra debilidad por chiloé.-
    Afortunadamente hemos visitado la isla en varias oportunidades.-así hemos estado desde Ancud a Quellón, y Puerto Carmen, donde fuimos invitados por Timoleón a pasar una semana recorriendo -el popular “Don Timo”.- y a lo ancho, desde el pacífico hasta las islas del mar interior y gracias al espíritu de colaboración y la proverbial hospitalidad chilota, alojamos en la casa del dueño del yate correo, recorriendo las islas.-

    Especial mención hago de las poesías que Ud inserta y voy a aprovechar, próxima reunión con los matrimonios, nietos y los bisnietos, contándoles el “astuto” cuento de la radio que “se encogió”.- A cenar …………..a cenar……… Cadillo

    Antes de terminar creo del caso destacar a favor de la escritora Sra Rocío L’Amar el que haya incorporado al correo electrónico, todos los adelantos técnicos que permiten tener fotografías en pleno movimiento, como “La huella del Abtao”, sus propias fotos animadas y la foto de ella, por la que la felicito al ver que siendo tan joven pueda imponerse así.- Y como buena organizadora, termina con merecidos grandes y sostenidos aplausos .-

    Perdone, porque veo me he dejado llevar por el entusiasmo y le estoy tomado demasiado tiempo.-

    Dejo para otra vez, referirme, de nuevo a su libro cruzando la cordillera de Piuchen bajando a Abtao, y además CD y libro Entre Trenes y Barcos, que me hicieron recordar mi primer viaje a chiloé, y viajar de nuevo.-

    Lo felicito, una vez más y le encargo transmitir a sra Rocío L’Amar un muy especial recado de admiración por su iniciativa.-

    Cordialmente,
    su amigo y admirador por su versatilidad en tan diferentes disciplinas, y en todas con éxito.

    Eduardo Gomien

    * Ex Ministro del Presidente Jorge Alessandri Rodríguez, de 90 años de edad, que hoy
    reside en Santiago de Chile.

    (Gracias Medardo por hacerme llegar tan hermosa, delicada y profunda carta que te fuera enviada por el Sr. Gomien)

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  13. Gracias Sr. Eduardo Gomien, agradezco vuestros elogios y a Medardo Urbina por la posibilidad -a través de la entrevista- de haberlo conocido.

    Sr. Gomien, la edad no me avala en estos artículos ni en mi poesía, sino la herencia que mi padre me dejó, es decir, ser una buena lectora y colocar toda la pasión posible en lo que haga... nuevamente gracias, este pequeño ego mío se lo agradece.

    Abrazobeso de luz desde San Pedro de la Paz,
    bendiciones, Rocío L'Amar

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  14. Querida Rocío:

    Ha sido emocionante leer la carta del Sr. Eduardo Gomien, por la sinceridas que refleja, la espontaneidad de sus expresiones y la soltura de su pluma, lícida, clara y amena, llena de recuerdos que afloran a través de Salon de Entrevistas, estimulado él por la calidad de tu trabajo editorial y por la evocación de vivencias -de él y de su esposa, la Sra Dorita- en los parajes desmembrados de Chiloé. Sale a la luz en su carta el más extraordinario personaje conocido en la isla (a excepción del trauco), que es Don Timoleón de la Taille, aquel noble francés que compró y administró la Sociedad Explotadora de Maderas de Chiloé y dio origen al Destilatorio de Maderas de Puerto Carmen poco antes de 1950; siendo poseedor del mismo territorio que posteriormente pasó a pertenecer a Piñera. El destilatorio ya no existe, pero suele verse algunas bodegas enormes aún en pie o ya desmoronándose con los temporales, y las casas de los químicos, -la mayoría de los cuales eran europeos- como vestigios de un pasado que soñó con ser glorioso, pero que -como tantos otros sueños de Don Timoleón de la Taille- terminaron en fracaso.
    Gracias al Sr. Gomien y a tu hermosa página, que nos permite escarbando en la hojarasca del tiempo, rescatar recuerdos cargados de emoción y de sentido, aromas y circunstancias propias d ela magia de Chiloé. Con cariño Medardo

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  15. Tesoros de Chiloé

    Celebro la aparición en su Blog, de una entrevista efectuada a Medardo Urbina, acerca de la Literatura en el Sur de Chile, centrándose en la literatura que se efectúa principalmente en Chiloé. En dicha entrevista Medardo efectúa algunas apreciaciones respecto del desarrollo de esta literatura y de los alcances de la misma. Huelga decir que en términos generales y sumarios, estoy de acuerdo con lo afirmado en dicha entrevista pero también quiero entregar mis apreciaciones respecto de algunos conceptos que es necesario replantearse. Demás está decir que el amor que Medardo profesa por nuestra tierra, está absolutamente probado y que la misma descolocación que siente él cuando habla de la llamada “marca larista” que tendría nuestra poesía, es la desazón que siento yo frente a un concepto tan antojadizo y al cual se acude tan a menudo para calificar (léase descalificar) a la poesía que se efectúa en la periferia. Lo anterior no es menor si tomamos en cuenta que cierto tipo de crítico literario (en este país donde la crítica literaria sufre un resfrío continuo), ha codificado este concepto y formaliza su percepción de la literatura chilena a partir de una visión ya legitimada en las antologías (las escritas y las volantes), estudios y demases. Es posible que el término “descalificar” sea exagerado; sin embargo, el concepto descalificar, posee una carga semántica que supera ampliamente lo literal, sobre todo cuando se trata de poesía y conlleva la visión de que lo escrito en regiones es de inferior calidad a lo escrito en el centro cultural, intelectual, editorial, etc, que en este caso es Santiago. Lo peor de dicha situación es que contrarrestar el centro y la periferia en todo tipo de cosas y en reiteradas ocasiones es un ejercicio que los mismos escritores reproducimos, victimizándonos, resignándonos a nuestro espacio de productores locales (¡Oh Dios! ¿Por qué me castigas de esta manera?, ¿Por qué no nací en Santiago?). Saltando sobre el patio de la ironía, antes que todo somos escritores chilenos (no regionales) y en la mayoría de los casos la marca larista (lar: como espacio situacional, pero por sobre todo como retorno hacia la infancia y una especie de arcadia en la cual al parecer la mayoría de los elementos identitarios de nuestro yo son rearmables, recuperables) no nos toca, y si nos toca es a partir de nuestra propia rearticulación del lenguaje, de nuestra propia tratativa con la estética y los diferentes materiales con los cuales trabajamos. Como a cualquier escritor del sur, me interesa este problema así como me interesa la posición (que la entrevista no toca) en la que nos encontramos los escritores champurria, los que somos mestizos y pudiendo haber nacido utilizando dos lenguas, debemos escribir en una lengua formalizada y legitimada a partir del poder (la lengua oficial). Lo anterior me lleva al último punto de este comentario: Creo que no basta con estetizar o literaturizar los elementos (humanos, geográficos, étnico-culturales, afectivos) que pasan por nosotros. Además es necesario lo ético. La palabra estética no siempre es capaz de levantarse sin un componente moral que la soporte. Lo anterior no quiere decir que los escritores nos vayamos a convertir en defensores a ultranza o reivindicacionistas de las respectivas culturas que decimos representar. Generalmente pienso que el ejercicio de un reivindicacionista termina en otros rieles que nada tienen que ver con la literatura o la creación en general. En lo que compete a Chiloé, pienso que es tiempo de abordarlo en toda su maravillosa, pluralista, contradictoria, contemporánea realidad, a fin de entregar una visión menos idílica pero mucho más verdadera de nuestras raíces. Creo, voluntariosa y humildemente que esa es nuestra pega, y así ayudamos a parar la olla de nuestras respectivas culturas, en mi caso, la cultura huilliche de mi islario chilote.

    José D. Teiguel T.

    * Transcribo e-mail que le fuera enviado a Medardo Urbina.

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